Como una
noche sin luna,
en un
cielo sin estrellas,
se siente
el poeta sin fortuna,
cuando se
evaporan sus ideas.
Tristes momentos
los que pasa el vate,
cuando se
aparta de la poesía,
vive en
continuo combate,
luchando
entre la realidad y la fantasía.
En un
punto intermedio,
del cual
quiere escapar,
pero no
encuentra el remedio,
que su inspiración
pueda curar.
El bardo
escribe por alegría o tristeza,
por amor o
esperanza,
pero
pierde esta destreza,
cuando se
carece de confianza.
Las letras
se vuelven esquivas,
se niegan
a plasmarse en papel,
las frases
se tornan fugitivas,
sus versos
nunca le convencen a él.
Un juglar
sin sus escritos,
del mundo
se encuentra desvanecido,
sin lirica
su vida se llena de hitos,
lo cual
mantiene su corazón compungido.
Aunque siempre
existe por qué escribir,
o se tiene
un proyecto rescoldado,
el coplador
no sabe cómo decir,
lo que su
mente ha formulado.
Pues no
puede forzar su pensamiento
para que
surja una idea de un espacio sin nada,
se
requiere de un fuerte sentimiento,
para
inyectar vida a un alma desconsolada.
Pero aunque
su noche sea polar,
algún día debe
amanecer
y en este podrá
encontrar
la inspiración
que él creyó perder.
El Rapsoda
podría ser cualquiera,
pero no
cualquier sería capaz de escribir
versos que
a más de uno conmoviera,
expresando
con letras su sentir.
Los poetas
surgen de un sentimiento,
crecen con
la inspiración,
vuelan con
el pensamiento
y escriben
lo que dicta el corazón.
Star Ligth
El Poeta es también humano...
ResponderEliminarUn abrazo
Muy ciert mi querida Vero es humano, pero con un poco mas de sensibilidad, gracias por dejar tu huella, saludos desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarMuy muy hermosa
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