CUATRO ESTACIONES



Frio era mi corazón

antes de encontrarte,

en mi reinaba la desilusión

vagaba por aquí, allá o cualquier parte.

No encontraba en nadie el abrigo,

alguien que la llama del amor encendiera.

nieve de desamor era mi castigo,

inmensamente solo sin quien me quisiera.

Diluvio de tristezas era mi vida,

que lentamente inundaba mi corazón,

a mis problemas no encontraba salida,

y me sumergía cada vez más en la desesperación.

Mi mente se encontraba anegada

de pensamientos difíciles de contar

pues mi alma estaba desconsolada

sin tener a quien amar.

Mis días eran de eterno invierno

y no veía al sol salir,

era un tortuoso infierno

el que a diario debía vivir.

Pensé que mi destino era sempiterno

que nada ya podía cambiar,

pero nada en la vida es eterno

y eso el tiempo me lo habría de mostrar.

Pues una sonrisa ilumino mi corazón

y sembró flores de Esperanza,

igual que tu nombre que me lleno de ilusión

ayudándome a recuperar la confianza.

Llego el verano tan deseado,

con ese calor que siempre había querido,

aquel que siempre había soñado,

pero que encontré hasta el momento en que te he conocido.

Hoy todo es luz y felicidad,

la alegría inundo mi ser

y aunque los problemas nunca han de faltar,

se que siempre te he de querer.

Porque eres mi compañera ideal,

la otra mitad de mi ser,

novia, amante y esposa leal,

como no cualquier hombre puede tener,

Por ello te ofrezco mis días otoñales

y mi amor hasta la eternidad,

pues me has brindado momentos sin iguales,

que al amor dan longevidad.

Gracias por estar allí

cuando más te necesitaba,

Gracias a Dios te conocí,

y contigo mi plegaria fue contestada.