INTERES COMPARTIDO

Heme aquí a media noche,
sin poder llegar a dormir,
sin tener derecho a algún reproche,
por este loco sentir.

Veme aquí llorando,
de nuevo por una mujer,
a la cual voy amando,
pero lo nuestro no puede ser.

No encuentro razón
para quererte así,
pero no gobierno mi corazón,
que late acelerado por ti.

Que difícil hablar de esto,
pero ello es lo mejor,
superar cualquier pretexto
y mostrarte mi amor.

Tengo clara la situación,
aunque parezca un crucigrama,
en el cual solo existe una opción
que cada cuadro reclama.

Aún no pierdo la esperanza
y estoy dispuesto a esperar,
que de ti nazca la confiaza
y de mi te puedas enamorar.

Pues como siempre en el amor,
nada se puede predecir,
no se sabe si nos causara dolor
o quizá alegre nuestro vivir.

Pero acepto que así es la vida
y nada se puede hacer,
si algo se presenta enseguida,
cambia nuestro proceder.

No es tan fácil explicar,
lo que es difícil de comprender,
más aun cuando se ha llegado a amar
y el amor no se ha de corresponder.

Máximamente si es un interés compartido,
pues causa a los tres dolor,
pues a alguno se tacha de forajido,
no importando si es el que brinda mas amor.

Si no fuere así,
tendría otra opción,
que me haría feliz a mi
y no lastimaría tu corazón.

Pero definitivamente,
debo aceptar solo tu amistad,
ocultando mis sentimientos de la gente,
soñando contigo en la oscuridad.

Nada más puedo hacer
y no tengo más opción,
pues aunque absurdo es mi proceder,
ya otro es el dueño de tu corazón.

Por ahora mis sentimientos son el dilema,
que turban mi percepción,
plasmado en un absurdo poema,
derivado de una loca obsesión.

Adios linda morena,
de labios rojo carmesí,
ojos cual sirena,
causa de mi frenesí.

Te dejo aquí mi último verso,
basado en una relación.
que se torno cóncavo y convexo,
alrededor de nuestro corazón.