Preparando un sofrito en la casa,
y divagando por el mar de los recuerdos,
cavilo en como el tiempo pasa,
mientras mis movimientos se vuelven lerdos.
Pico finamente la cebolla,
quizá por ello brotan lágrimas de mis ojos,
mientras mi mente desembrolla,
sentimientos que otrora causaron congojos.
Corto en trozos el tomate,
viviendo mentalmente el pasado,
escuchando como mi corazón lentamente late,
por un recuerdo que creí olvidado.
Agrego un poco de cilantro,
para resaltar del guiso el sabor,
sin embargo me desconcentro,
al ahondar en esa época de dolor.
Añado botones de loroco,
para aumentar el aroma,
mientras que poco a poco,
la tranquilidad mi alma retoma.
Echo un poco de ajo rayado,
acompañado de paprika, sal y pimienta,
mientras la sartén con aceite he calentado,
mi mente de la realidad se ausenta.
Revuelvo lentamente todos los ingredientes,
agregando un poco de caldillo para su cocción,
analizando que las cosas hoy presentes,
las tengo por seguir la mente y no al corazón.
Meneo constantemente el guiso,
para que no se vaya a pegar,
lentamente todo lo cristalizo,
hasta las ideas que en el pasado deben quedar.
La estufa está a llama lenta,
la comida podría tardar un rato,
y aunque la calma un colapso experimenta,
doy gracias a Dios por tener un presente grato.
Con la mente aun confundida,
vuelvo a la realidad de a ramplón,
cuando escucho "Papi ya es esta la comida"
siento como despierta mi corazón.
Respondo “hijo falta tan solo un poco”
dejando atrás lo que estaba pensando,
quizá, reaccionando con algo de torpeza,
pero en el guiso me enfoco,
mientras que el omelete estoy preparando,
comprendiendo que está por demás esa tristeza.
Una vez termino de cocinar,
reparto todo en porciones,
llamo a mi familia a desayunar,
enterrando por completo esas emociones.
Starlight
Eso o llamo yo hacer una buena comida con salero ajajaj. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarJajaja, cierto jajajaja, gracias por tu comentario, saludos desde mi querida Guatemala
EliminarHola! Escribes muy bien, me gustan tus poesías, pero he querido dejar un comentario directo y el sistema no me dejó. Es por eso que lo hago por aquí. He sacado el nombre de este blog del sitio de Jaoquín Lourido, del blog El trigo de la vida. Soy Malania Nashki. Un placer leerte, Starlight. Buenos días
EliminarGracias Malania, lamento los inconvenientes, pero se bienvenida a este rinconcito, agradezco tu comentario y tu esfuerzo para dejar tu huella por este lugar, un fraternal saludo desde mi querida Guatemala.
EliminarTambién cocinas?
ResponderEliminarBien por ello.
Saludos.
Gracias Vero por tu presencia y si me gusta cocinar, especialmente los fines de semana en los que estoy en casa, un saludo fraternal desde mi querida Guatemala.
EliminarImaginativo poema me diste hambre. Te mando un beso
ResponderEliminarJajajaja, yo tambien tenia hambre cuando lo escribí, gracias por estar por aca y dejar tu huella, saludos desde mi querida Guatemala.
EliminarUn delicioso plato llamado poema, remueve los sentimientos y alimentar el alma. Muy bello. Gracias por compartir.
ResponderEliminarSaludos STARLIGHT Y Un abrazo para ti.
Lola
Muchas gracias Lola, es un gusto el verte de nuevo por este rinconcito, dejan tu valiosa huella, saludos desde mi querida Guatemala
EliminarUn delicioso poema lleno de sentires del alma. Un placer leerte. Saludos desde Monterrey Nuevo León, México
ResponderEliminarGracias Sandra, es un gusto el contar con tu presencia en este blog, bienvenida, saludos cordiales desde mi querida Guatemala
EliminarHermoso tu receta culinaria y del alma y tu exaltación por la gratitud al presente
ResponderEliminarPaz
Isaac
Gracias por tu hermoso comentario, un saludo desde mi querida Guatemala
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