A PESAR DE MIS QUEBRANTOS

Perdido en los segundos del tiempo

ha transcurrido más de una semana,

perdido sin encontrar el aliento,

sin tener que escribir en una existencia vana.

Divagando entre deseos y verdades,

viajando del presente al pasado,

saltando de recuerdos a realidades,

el reloj continua, pero yo me he congelado.

Estancado en un tiempo en donde no existe el mismo

y no se aplican las leyes de la física,

donde prevalece mi egoísmo

al querer continuar con mi premisa básica.

Aunque muchas de mis ilusiones fueron destrozadas

y con eso mi existir cambia su sentido,

el desvelo inunda mis madrugadas

pensando en todo lo que se ha perdido.

Enmaraño de ideas encontradas,

pensamientos lúgubres y mal formados,

lagrimas que empapan mis almohadas,

sueños que por el destino fueron borrados.

Abatido por una guerra interna,

en donde no hay vencidos ni vencedores,
mi mente se satura y se consterna

pues en una batalla de amor todos somos perdedores.

Oscura escena vislumbro en el futuro,

llenándome de pesimismo,

pues aquello que daba por seguro

hoy a caído en un virtual abismo.

Virtual porque todo puede ser cambiado,

y el mañana no se puede predecir,

quizá lo que hoy me ha atormentado,

en un venturo me hará reír.

Pero como tener esa certeza,

en un panorama no muy alentador,

solo puedo sostener con firmeza

la fe en nuestro creador.

Porque a pesar de mis quebrantos

y mis ilusiones fallidas,

de mis ojos él enjuaga mis llantos,

y de mi corazón sana las heridas.

Solo me queda avanzar

pensando en un mañana mejor,

sin llegar a olvidar

a quien sacrifico a su hijo por amor.