LA PLUMA

En mi pluma casi seca

aún se encuentran palabras estancadas

versos que no han alcanzado su meca,

poemas de pasiones olvidadas.

Letras que quizá no serán escritas,

por no encontrar a tiempo el papel

y aunque a mi vida están adscritas,

nunca verán la luz en él.

Dicen que la pluma es la mejor arma,

pero de que serviría,

si quien la posee no tiene pura el alma,

o la utiliza para cualquier bobería.

Con el pasar de los años

ha sido un poco relegada,

pues la informática ha subido varios peldaños,

pero aun así no ha sido olvidada.

Mi pluma, fiel compañera

cómplice de mis andanzas,

me acompaña donde quiera,

presta para anotar mis añoranzas.

Lista siempre para conocer mis secretos

y anotar mis ilusiones,

para escribir mis raros preceptos,

tratando de describir mis emociones.

Ella ha sido mi gran confidente,

más que cualquier humano,

en tristezas y alegrías ha estado presente,

poniéndose a las ordenes de mi mano.

Que seria del dramaturgo o el poeta

si esta no existiera,

¿seria todo el mundo analfabeta?,

o tal vez la cultura no floreciera.

Pero gracias a su existencia,

hemos tenido muchas emociones,

por escritos de persona de gran inteligencia,

que han cautivado nuestros corazones.

La pluma nació de la gran necesidad

que se tenía para expresar las emociones,

por eso conocemos hoy la antigüedad

y la historia de muchas naciones.

Por eso hoy le rindo tributo

a un objeto inanimado,

el cual tuvo como fruto

ideas que en papel se han plasmado.