Se requirió tan solo una pizca de valor,
con unas gotas de esperanza,
para darte a conocer mi amor
Mucho tiempo ha transcurrido desde aquel día,
y en su pasar hemos inventado nuestra propia receta,
que nos ha llenado de alegría,
aunque no siempre la felicidad es completa.
para arreglar los problemas,
una taza de responsabilidad,
para afrontar la causa de nuestros dilemas.
esparcidas durante los siete días de la semana,
para alegrar nuestro corazón,
y redescubrir que no solo para el sexo se usa la cama.
500 gramos de confianza,
calculados con medidas de fidelidad,
manteniendo siempre la templanza,
para no perder nunca la credibilidad.
marinadas en salsa de puros sentimientos,
para obtener siempre un fresco “TE QUIERO”
que embriague nuestros pensamientos.
4 hojitas de comprensión,
para llenar de aroma la felicidad,
y mantener juntos una ilusión.
varios granos de sabiduría,
para darle sabor a la locura
que es el vivir con alguien día con día.
8 rodajas de madurez,
para educar a la descendencia,
fraguada en el cauce de su niñez,
antes de que entren en su adolescencia.
Una cucharada de bálsamo de fe,
un gotero grande de confianza
en el creador que todo lo ve,
pues él es la única esperanza.
para obtener una masa casi perfecta,
donde el convivir no sea una penitencia
pues tenemos la certeza de que escogimos la pareja
correcta.
22 Años Gracias a Dios