Soñando con dulces
pasiones,
viviendo del mundo
escondido,
forjando vanas ilusiones,
rasgando la línea de lo
prohibido.
Jugando a ser inteligente,
queriendo tomar el destino
con sus manos,
actuando de forma
inconsciente,
olvidando que del cuento
son los villanos.
Pensando tan solo en el
momento
o que ninguna persona
saldrá herida,
olvidando lo que es un
verdadero sentimiento
y que tarde o temprano todo
se paga en esta vida.
Caminando en senderos de
lujuria,
en donde no hay espacio
para la conciencia,
transitan sin tener pizca
de penuria,
poniendo su alma en
penitencia.
En busca de lobos de su
misma loma,
para saciar su instinto
degenerado,
en su mundo el amor es una
broma,
por eso no lo encuentran en
ningún lado.
Engañando mentes inocentes,
sin tener algún
remordimiento,
convirtiendo a seres
tranquilos en penitentes,
y de lo hecho no muestran
algún arrepentimiento.
Así son los llamados
infieles,
encerrados en su propio
mundo,
actuando de forma
irracional, seres crueles,
por doquier dejan heridas
calcadas muy profundo.
Incapaces de contraer un
compromiso,
o de respetar lo que ya han
pactado,
la fidelidad para ellos es
solo otro inciso,
que omiten y nunca han
respetado.
Pero el tiempo pasa factura
y no siempre se puede vivir
a plenitud,
con su marcha se acaba la
locura,
pero también se escapa la
juventud.
Condenados a terminar en soledad,
añorando el pasado,
sometido a la adversidad,
cultivando lo que habían sembrado.
Un llamado a la cordura
es el que hoy vengo
haciendo,
para que mantengan la
compostura,
aquellos que este error
están cometiendo.